Cerrada ya mi exposición " Luz repentina " me preguntan el porque? de las distintas series en las que trabajo , incluso simultaneamente . Son cuadros de pequeño formato de 19 x 16 cm. Trabajar en series me permiten " ordenar" de
alguna manera mis investigaciones plásticas , a veces diferentes en
conceptos y formas, aunque todas tienen un latido interior común . En un
cuadro suceden cosas , no es algo acotado y fijo , crear es dejar todos
los caminos abiertos . La serie " Corazón del bosque " son pequeños
poemas visuales, dónde como si fueran cajitas se pretende "guardar" las
cosas hermosas ( o instantes de ellas ) . Sé que la Belleza no puede
acotarse o guardarse , salvo en el corazón, así en esta serie los
elementos " guardados" se mueven giran y flotan en agua o mar donde
parecen querer integrarse , así podría pensarse que lo realmente hermoso
son las sensaciones que tuvistes la primera vez que " vistes " las cosas que te rodeaban. Son cuadros realizados en acrílico sobre tabla. Cada año incremento con algún cuadro esta serie .
El Árbol inundado de sol...
La Mariposa que siempre dibujas...
Las abejas y las hojas amanecen...
Pensando en Ophelia ...
CORRESPONDENCIAS
Charles Baudelaire
La creación es un templo de pilares vivientes
que a veces salir deja sus palabras confusas;
el hombre la atraviesa entre bosques de símbolos
que le contemplas con miradas familiares.
Como los largos ecos de lejos se mezclan
en una tenebrosa y profunda unidad,
vasta como la luz, como la luz vasta,
se responden sonidos, colores y perfumes.
Hay perfumes tan frescos como carne de niños,
dulces tal los oboes, verdes tal las praderas
- y hay otros corrompidos, ricos y triunfantes,
que tienen la expansión de las cosas infinitas
como el almizcle, el ámbar, el benjuí y el incienso,
que cantan los transportes de sentidos y espíritu.
La creación es un templo de pilares vivientes
que a veces salir deja sus palabras confusas;
el hombre la atraviesa entre bosques de símbolos
que le contemplas con miradas familiares.
Como los largos ecos de lejos se mezclan
en una tenebrosa y profunda unidad,
vasta como la luz, como la luz vasta,
se responden sonidos, colores y perfumes.
Hay perfumes tan frescos como carne de niños,
dulces tal los oboes, verdes tal las praderas
- y hay otros corrompidos, ricos y triunfantes,
que tienen la expansión de las cosas infinitas
como el almizcle, el ámbar, el benjuí y el incienso,
que cantan los transportes de sentidos y espíritu.
Baudelaire por Gustave Courbet