domingo, 3 de septiembre de 2017

VENECIA, EZRA POUND,


EZRA POUND, 1913, VENECIA


EZRA POUND
, poeta, ensayista y músico nació en Hailey, Idaho, Estados Unidos, el año 1885 , muere en 1972 en VENECIA, en donde descansa, en la Isla de San Michele. 



María Jesús Pérez Vilar . "FLORES PARA EZRA POUND"  Acrílico / cartón , 50 x 50cm. 



Después de un atardecer en VENECIA estando en la Fondamenta Nuove desde el lugar donde se vé al fondo la Isla de San Michele   


decidí realizar este cuadro de titulo "Flores para Ezra Pound" , antes había leído estas palabras del poeta dedicadas a VENECIA que me impactaron .


EZRA POUND  pasea por Venecia , 1963.

UN POEMA DE EZRA POUND


Cantar CXX



He intentado escribir el Paraíso.


Que no os mováis.


Dejad hablar al viento


ese es el Paraíso.


Que los dioses olviden 


lo que he realizado. 


A aquellos a quienes amo, 


perdonen lo que he realizado. 


HEMINGWAY describe la personalidad de EZRA POUND en el año 1925. 

Ernest Hemingway , 1939


« Pound dedica una quinta parte de su tiempo a su poesía y emplea el resto en tratar de mejorar la suerte de sus amigos. Los defiende cuando son atacados, hace que las revistas publiquen obras suyas y los saca de la cárcel. Les presta dinero. Vende sus cuadros.Les organiza conciertos. Escribe artículos sobre ellos. Les presenta a mujeres ricas. Hace que los editores acepten sus libros. Los acompaña toda la noche cuando aseguran que se están muriendo y firma como testigo sus testamentos. Les adelanta los gastos del hospital y los disuade de suicidarse. Y al final algunos de ellos se contienen para no acuchillarse a la primera oportunidad» .

 Ezra Pound  y James Joyce en 1924




EZRA POUND contribuyó a que JAMES JOYCE , publicara «El Ulises», antes lo había hecho con «Retrato de artista adolescente» en la revista americana «The Egoist».







OTOÑO


Un toque de frío en la noche de otoño—

salí a caminar


y vi la luna rojiza inclinada sobre un seto 


como un granjero de cara roja. 


No me detuve a hablar, sino que saludé con la cabeza, 


y alrededor estaban las añorantes estrellas 


de cara blanca como niños de ciudad.